Sábado 05 de marzo de 2016. 19:00 horas. Estadio municipal de Chimbarongo. Las gargantas estaban nerviosas, las manos se frotaban entre si. Al borde de la cancha, los comentaristas de Radio Caramelo preparaban sus gargantas más tranquilas por el oficio.
Y es que el lleno total en el Muni-Chimba era el marco humildemente perfecto para que Arturo Fernandez Vial volviera a correr tras el balón luego de 3 años. Fue lejos de Collao, su hábitat natural, tal vez queriendo la historia empezar a contarse de manera sencilla.
El match nº1 de la Copa Absoluta enfrentó a dos cuadros que en el papel mostraban una leve disparidad. Por el lado del local, destacan los jugadores Darwin Araya y Manuel Gallardo, mientras en que en el Aurinegro, David Villarroel, Pascual de Gregorio y Carlos Irribarra encabezaban a un equipo con el objetivo fijo de ser protagonistas. No obstante, el desarrollo del partido fue parejo, sin predominancia de uno u otro team, pero dejando en claro las tácticas de traslación del balón de manera directa hacia las bandas dado el mal estado del césped; de modo que lo anteriormente dicho se tradujo en un partido trabado, pero con ocasiones de gol para ambos equipos. En este sentido, los aurinegros fueron más efectivos en concretar sus ocasiones en goles, producto de una salida fallida del arquero local Jonathan Salgado al minuto 25 y concretado por De Gregorio; y luego a los 39 minutos tras una mala salida nuevamente del arquero Chimbaronense (¿o Chimbarotano?) que deja su arco desnudo y la cabeza de Avello no perdonó.
El descuento del local (que antes había estrellado dos tiros en el travesaño) al minuto 47 le dio la incertidumbre para el entretiempo.
Pero en el segundo tiempo la cosas empezaban a ponerse color de hormiga para el Inmortal, ya que el roce entre los equipos fue creciendo en intensidad, a llegar al punto que en una jugada fuerte a mitad de cancha, es expulsado David Villaroel en la visita (79’), y luego Jordan Durán por reclamos tras una chambonada de nuestro arquero al entrar con la pelota en su propio arco con las manos. De ahí el nerviosismo en las graderías se hizo presente para ambas barras, unos esperando imponer la superioridad numérica, otros esperando un milagro o el pitazo final.
En definitiva, 1 punto para cada escuadra, resultado que reflejó lo vivido dentro de la cancha.
Por último les comento que mi señora deseaba acompañarme para entender el porqué del sentimiento que genera el Vial. Como estaba recién operada, nos instalamos en un sector tranquilo de la barra local. Así, pudimos ver no solo el partido, sino que el ambiente que rodeó al match. Y lo que más destacamos (aparte del lleno en el estadio), es que parte de los espectadores eran familias, con el marido, la señora y los hijos; También mucho adulto mayor y mujeres. En resumen, un espectáculo para toda la familia, tanto de parte del Chimbarongo como del Vial, y créanme que a estas alturas es reconfortante esta escena en comparación con lo que se ve semana a semana en la primera A. Es por eso que, a los hinchas del Inmortal, en específico a los ultras, les digo solo una cosa: NO COPIEN LO MALO Y SEAN EJEMPLARES EN SUS ACTITUDES. Es reprochable que al momento del empate del local aparezcan los monos colgándose para saltar a la tribuna local y otro grupo tratando de echar abajo la reja, y es peor que un par de “hinchas” salten a la cancha a increpar a los jugadores. Desquiciados hay en todas partes, más la cordura de la mayoría primó y las cosas no pasaron a mayores; por eso a ese puñado de desubicados les digo que no manchen a la mayoría, los partidos se ganan en cancha, no haciendo desmanes.
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