La noche aurinegra fue un éxito total en recaudación, sirvió además para ver al joven equipo, en contra de un rival, que nos hizo ver que nos falta mucho, pero a la vez, también nos permitió ver que hay futuro en nuestras líneas que hacen emocionarse. Aunque el marcador fue anecdótico, un categórico 3 a 0 (y a mi no me gusta perder ni en los amistosos), también hay que reconocer que nos creamos bastantes oportunidades que no supimos concretar o que la experiencia de gente que juega en primera división y con roce internacional, sirvieron para evitar nuestros goles.
El público es lo que me preocupa, pues si bien se superó con creces lo permitido, que eran 10000 personas y se informó 9999, no nos vamos a ver la suerte entre gitanos y pasó como una criollada más.
¿Pero lo iremos a mantener? Me parece un público irreal, pues desde 1981 sigo a mi club en las buenas, las malas y las más malas. Todos nos conocemos, pues acá es una verdadera familia, en los viajes siempre todos preocupados del niño chico, del abuelito, que si tomo sus remedios, que si no han comido o si les falta algo para la sed. Si hasta hay una persona en situación calle en la ciudad, a la que se le ve generalmente en el estadio, dentro de la poca cordura que le puede quedar a esa persona con algún problema mental, siempre está apoyando al club de sus amores, si hasta en un viaje fuera de la ciudad, fue el invitado de Honor de la Furia Guerrera, que lo llevó a ver al Inmortal.
Ahora pasando a lo que realmente me importa de esta fiesta del Pueblo, sin lugar a dudas fue el Homenaje que se le realizó a Nelson Contreras, más conocido como Fu manchú quien por casi 35 años fue el utilero de Fernández Vial. El es quien hoy en día se merece todos los homenajes, pues es parte de la historia reciente del club.
Así como tenemos a don Feliciano San Martín, el querido “loco” y quien es parte de la memoria viva del club, socio honorario, ex jugador de la década del 50 bi-campeón del regional y muchos adjetivos más, que lo hacen ser un ídolo entre viejos y jóvenes.
Fu manchú llegó cuando lo de la tercera división era un proyecto en Chile, allí por septiembre de 1980, obviamente era un trabajador de la Empresa de Ferrocarriles del Estado. Llegó a Vial para quedarse, conoció a todos los jugadores que han pasado por nuestra institución, molestó a todos sin excepción, a unos que les dijo que el mismos e encargo de preguntarles la edad, cuando ellos les respondían, Fuma les disparaba con un certero: yo a los 13 me pegué la cachá de que era malo pa la pelota, cuando te la pegaí tu?.
Compartió con aquellos que no le habían ganado a nadie y se tiraban los pedos por sobre el hombro y también con aquellos que por curriculum te preguntabas que diablos hace en el Vial, como el gran Mario Alberto Kempes, ir a la oficina del fuma (que era un zucuchito donde estaba la lavadora, que muchas veces no funcionaba y tenía que lavar a mano, sin importar el frío (no había agua caliente) un anafe que servía de cocina, una pieza con una estufita que servía de secador de ropa y unas bancas con un pedazo de colchón viejo que hacía de cojín para los invitados, recuerdo un día de mucha lluvia, que se me ocurrió ir a ver un entrenamiento, mojado como piojo y el fuma me mira y me dice, ven a tomarte un café, entro y en una banca estaba el Mismísimo Matador Kempes, con un café en una mano y en la otra un sándwich de pan francés. Y fuma con su rapidez picará que siempre ha tenido, batía la lengua contando chistes y tallas, lo que tanto a Mario Alberto, como a mí nos producía mucha risa.
en esa misma banca años más tarde compartí con Cisternas, El Perro Aviles, Locutín Santibáñez, Mondi Toledo, entre tantos más.
Hoy los honores y laureles a mi juicio deben ser para este sempiterno trabajador y amante del Vial, quien debería ser nombrado Socio Honorario del Club, como un verdadero aprecio a toda una vida ligada al club que según el mismo lleva en lo más adentro del corazón.
