jueves, 10 de diciembre de 2015

Recuerdos del vagón: Horacio Muñoz



Recordar a Horacio Muñoz es trasladarse a la época de 1920. En un tiempo en que viajar a Santiago desde el sur por tren requería de días y un buen cojín, La capital penquista ya convivía con tranvías por sus calles, aún el cerro Gavilán no se reducía a lo que es hoy el cerro Amarillo, la Catedral era el edificio que ordenaba la ciudad, El parque Ecuador.. en fin, demás está decir que en esa época el Vial ya era el equipo más popular y poderoso del sur, dentro de una zona que entregó desde sus primeros años buenos futbolistas para el país. Dentro de ellos queremos destacar hoy a uno que fue vialino desde los huesos, el señor Horacio Muñoz.

Nacido por el año de 1896, junto con su hermano Bartolo forman parte del Vial que marcó la primera página dorada del club, al participar de la obtención de la copa “Té Ratanpuro”. Su talento fue reconocido no solo en Concepción, sino que fue seleccionado nacional en 4 sudamericanos (1917 en Uruguay, 1919 en Brasil, 1920 en Viña y 1926 en Santiago). También fue parte del plantel que participó en el primer mundial de fútbol de 1930. Asimismo, reforzó al plantel de Colo Colo que realizó su gira por Europa en la década de 1920.

Horacio Muñoz, el noveno de izquierda a derecha.

Empezó a jugar con el balón a los 12 años de modo informal “contra los mineros que me duplicaban en peso y edad” según consta en su entrevista a “Los Sports” en octubre de 1926; de aquel experiencia formó la habilidad de gambetear y evitar golpes y patadas.

Con 30 años al año de 1926, y concentrado en El Llano con la selección nacional para el sudamericano del mismo año, rescatamos del polvo extractos de la entrevista que dió a “Los Sports”:

“Es en mi club, el Fernandez Vial, donde casi nunca dejo de marcar algún punto”

¿El mejor partido que usted ha hecho Horacio? “Casi todos. Porque juego sólo cuando estoy en buenas condiciones para jugar. Aunque tratándose de mi club soy capaz de jugar aunque esté recién operado de apendicitis”

Cuando usted le ve en la cancha, alerta siempre al menor requerimiento, hábil para esquivar al adversario, vertiginoso en las arremetidas y formidable en los remates, se imagina usted que es un muchacho con todo el vigor, con todo el fuego, con todo el ímpetu de los veinte años. Y no es así. Horacio ya no es un niño. Tampoco es un viejo, aunque lo llamen el viejo Horacio. Tiene sólo 30 años, de los cuales, dieciocho ha dedicado a dominar el balón y a burlar a los guarda-metas. Y de que lo ha hecho con buen éxito, ahí están para probarlo sus cuatro intervenciones en Campeonatos Sudamericanos. Por iguales partes dentro y fuera del territorio. Rossetti ha dicho que Horacio y Domínguez son los hombres que más saben de football dentro de El Llano. ¿Qué mayor reconocimiento de méritos quieren esos ágiles sureños? ¿Y quién va a creer que Horacio, con ese cuerpo inverosímil que pesa 55 kilos sea nada menos que el maestro Horacio?

Un pequeño recuerdo para un grande que ayudó a forjar este amor aurinegro. Ah, y de yapa para nuestro lectores, de la misma edición de Los Sports, les dejamos imágenes del match Intercity disputado en Santiago entre Santiago Wanderers y Fernandez Vial (hagan click en la imagen para verla en grande!).







1 comentario:

  1. Interesantes historias, como hincha vialino desde la distante ciudad de puerto montt me encanta saber más de la historia del club y sus jugadores, ya que por desgracia la historia no está tan bien recopilada como me gustaría. Espero que sigas actualizando, yo felíz leo.

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